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¿Cómo hago El Camino?

Una vez que hemos decidido qué Camino vamos a hacer, leyendo ¿Cuántos Caminos llegan a Santiago?nuestro siguiente paso es saber cómo vamos a hacerlo. Vamos a ir desgranando poco a poco todas las cuestiones que pueden surgir alrededor de esta interrogante.

Sigue El Camino de flechas amarillas…

Hasta hace unas décadas, la tarea de realizar El Camino de Santiago por cualquiera de sus vertientes, era un ejercicio de aventura y exploración. La falta de marcas en el mismo suponía más de un quebradero de cabeza para algún que otro peregrino. Cual fuere la causa (un despiste, una mala bifurcación, una senda escondía…), cuando queríamos darnos cuenta, nos habíamos desviado un gran tramo, teniendo que volver sobre nuestros propios pasos para continuar nuestro peregrinaje.

por aquí...
por aquí…

El año 1965 fue crucial para consolidar y facilitar El Camino a todos los peregrinos. El párroco de Cebreiro (uno de los primeros puntos del camino en Galicia), Elías Valiña, presenta un estudio sobre El Camino basado en unos libros anteriores. Pero su intención de sacar la ruta jacobea del olvido no queda ahí. Con la ayuda de Jato -vecino de Villafranca del Bierzo, y posteriormente hospitalero en el Albergue del Jato-, Valiña comienza a pintar, con botes de pintura de señalar carreteras, flechas amarillas en diferentes tramos, siguiendo la ruta descrita en su tesis.

En 1971, el mismo Valiña publica Caminos a Compostela, una guía fundamental en la que se basaron las ulteriores. Poco a poco, gracias en gran parte a este sacerdote, El Camino va tomando popularidad. Si en 1976 son 31 personas las que obtienen La Compostela (ahora hablaremos de ella), diez años después son casi 2500.

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El descanso del guerrero

Otra de las preguntas básicas de todo aquel que se adentra en la ruta compostelana es la de ¿Dónde puedo dormir siendo peregrino?. Aquí la respuesta es demasiado amplia. Pero vamos a lo que nos interesa. En los Caminos más transitados y conocidos, existen los albergues de peregrinos. Estos no son más que alojamientos, con las comodidades justas pero suficientes para satisfacer las necesidades de un caminante cansado. La oferta suele constar de cama en litera, situada normalmente en habitaciones compartidas o directamente en barracones, baño y duchas compartidas (en ocasiones mixtas) y en algunos también disponemos de cocina de uso común. Estas “comodidades” no son así en todos los albergues. Para gustos los colores: los hay con habitaciones donde duermen 4 personas máximo, los hay con piscina, hasta con bar dentro del mismo albergue.

Desde la Edad Media, con el auge de las peregrinaciones, se crea a lo largo del camino una serie de alojamientos para peregrinos denominados Hospitales: lugares para acoger, dar descanso, curar y dar comida a los peregrinos que se encaminaban hacia la tumba del apóstol. 

Cena peregrina
Cena peregrina en el albergue de Arrés

Sin duda se convierte en uno de mis puntos favoritos. El albergue se convierte primeramente en la recompensa del duro día de rodaje: el “descanso del guerrero”. Es un lugar donde convives y charlas con otros peregrinos de otras ciudades, o países, de diferentes profesiones, razas o estatus social. Pero eso es lo de menos, lo que menos importa. Allí nadie sabe si trabajas en la NASA o en un Mcdonald’s, o si tienes tres coches, o si vives en una chabola. Allí lo importante es la convivencia, las experiencias del Camino, las expectativas del día siguiente, el porqué de estar allí. Al final, lo insignificante es lo importante, y lo importante… bueno, lo que antes nos parecía importante, ahora lo denominamos lo banal…

Aparte de  estos clásicos albergues, existen muchos más tipos de alojamientos para descansar y pernoctar durante el viaje. Los albergues privados son uno de ellos. Que un albergue sea privado no siempre significa que sus comodidades sean las mejores. Sencillamente estamos hablando que son alojamientos regentados por entes privados, no como en el caso de los albergues oficiales de peregrinos, que lo regentan los gobiernos o diputaciones pertinentes.

Luego tenemos los albergues de Los amigos del Camino de Santiago. La Federación española de Asociaciones de amigos del Camino de Santiago, es una asociación sin ánimo de lucro que se creó hace algunos años con la encomienda de facilitar y ayudar a los peregrinos durante El Camino. En los caminos más concurridos, tienen establecidos una serie de albergues, regentados por hospitaleros -los que trabajan en los albergues-. Estos hospitaleros -de los que orgullosamente formo parte-, trabajan de forma voluntaria durante 15 días en uno de los albergues que la asociación tiene distribuido por las rutas. Así mismo, en muchos de ellos, el desayuno, comida y cena corren por cuenta del albergue. Algo que agradece el peregrino con creces las más veces.

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Fachada principal albergue Arrés

¿Y a la hora de pagar…?

 Ni que decir tiene que hoy en día el capitalismo rige El Camino. Desde hace unas décadas, cuando la ruta jacobea cobró importancia, se empezaron a acondicionar diferentes establecimientos para la acogida de peregrinos. Los precios de los albergues oscilan en un arco muy grande de precios. Empezamos por los de donativo. TODOS los albergues de Los amigos del Camino de Santiago son de donativo voluntario, es decir, tú decides lo que quieres pagar. Una de las mejores opciones sin duda para cobrar, desde mi punto de vista. Después tenemos los albergues municipales. Sus precios oscilan entre 3 y 15 euros, dependiendo de muchos factores, pero lo normal es que cueste alrededor de los 6 euros.  Y por último tenemos el resto de ofertas pertenecientes al sector servicios: albergues privados, casas rurales, hostales, hoteles… y sus precios oscilan dependiendo de la calidad, ciudad, ubicación estratégica… con lo cual, como veis, la oferta es muy amplia.

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Ahora sí, todo peregrino que quiera alojarse o pernoctar en un albergue municipal o de Los amigos necesita portar la credencial del peregrino.

 

Nunca salgas sin tu pasaporte

 ¿Quién no habrá escuchado alguna vez en su vida la sempiterna frase: “que no se te olvide el pasaporte…”, ya sea para viajar o incluso para hacer turismo en países ajenos? Pues en El Camino nos pasa un poco lo mismo. Uno de los objetos que debemos portar siempre encima y que nunca puede quedarse olvidado es la credencial del peregrino: básicamente es el pasaporte del peregrino, donde se irán estampando los sellos de los diferentes lugares por donde pasa, y la cual nos hará valedores del “privilegio” de dormir en los albergues de peregrino. Sin ella, no podemos alojarnos en ninguno de ellos. Sencillo.

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Credencial del Peregrino – Asociación de amigos del Camino de Santiago de Madrid.

Para obtener la credencial del peregrino, hay que acercarse a algunas de las oficinas de la asociación de amigos del Camino de Santiago de nuestra ciudad y recogerla. En Madrid, la asociación está abierta los martes y jueves en la tarde, y los miércoles en la mañana. También en los meses de mayo, junio y julio, los miércoles por la tarde. Antes de recoger la credencial dan una charla más que recomendable para los peregrinos principiantes. Nuestro deber como peregrino es ir sellando nuestra credencial al menos una vez al día. Para los últimos 100 Km. es necesario estampar sello al menos dos veces al día. Una vez que hemos llegado a Santiago de Compostela, y si hemos hecho bien los deberes, en la oficina del peregrino nos obsequiarán con La Compostela.

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Credencial sellada – Asociación de amigos del Camino de Santiago de Madrid

La Compostela

Durante las primeras peregrinaciones, la única forma de hacer fehaciente la experiencia de la visita a Compostela era retornar a tu casa con la Venera  o concha típica que solamente se encontraba en las costa de Finisterre. De esta forma, la vieira se convirtió en un icono clásico y una identificación para el caminante jacobeo.

La Compostela, que no la compostelana -gentilicio femenino que significa perteneciente a la ciudad de Santiago de Compostela– es el documento que nos otorga las autoridades eclesiásticas, certificando que hemos recorrido al menos 100 Km. a pie o a caballo -200 Km. en el caso de ir en bicicleta- del Camino de Santiago. Eso sí, La Compostela te la entregan si tus motivos han sido religiosos o espirituales. ¿Y cómo saben esto? Pues en los papeles que rellenan los empleados de la oficina mientras te hacen una serie de preguntas. La Compostela siempre es la misma, viene en latín, lo único que cambia de una a otra es el nombre, que igualmente te lo ponen en latín.

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La Compostela – archicompostela.org

 Al realizar la ruta jacobea y completarla debidamente, la iglesia, al darte La Compostela, te perdona un tercio de tus pecados cometidos. Pero… ATENCIÓN, si eres uno de los afortunados de realizar El Camino cuando el día de Santiago -25 de Julio- cae en domingo, la iglesia te condona totalmente tus pecados –Año Santo Xacobeo-.

 

 Ya lo tenemos decidido, sabemos el por qué, desde dónde y el cómo. Ahora solo hace falta que te expliquen los mejores trucos y algunos consejos sobre distancias, qué llevar en la mochila o qué es mejor no hacer durante El Camino. En el siguiente artículo os lo revelaremos.

Ultreia!

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