Hay pocos momentos en nuestra vida, muy pocos, en los que se nos queda grabado a fuego lo que estábamos haciendo en un momento preciso, y que perdure en nosotros como un tatuaje indeleble incrustado dentro de nuestra cabeza. El 11 de septiembre de 2001 estaba comiendo en mi casa, me pillaba cerca del trabajo... Leer más →