Sin ninguna duda unas de las actividades más originales que se pueden disfrutar hoy en día en Madrid es viajar al pasado. Y ese viaje al pasado lo podremos disfrutar mejor que en ningún lugar en la estación fantasma de Chamberí.
El Origen
La primera línea de metro de Madrid fue creada a principios del siglo XX, inspirándose en las estaciones de metro parisinas de la época. El 17 de octubre de 1919 fue inaugurada la primera linea de la red de Ferrocarril Metropolitano, de la capital de España. Contaba con 8 estaciones: Cuatro Caminos, Ríos Rosas, Martínez Campos (Glorieta de Iglesia), Chamberí, Glorieta de Bilbao, Hospicio (Tribunal), Red de San Luis (Gran Vía) y Puerta del Sol.
A lo largo de la Guerra Civil el Ferrocarril Metropolitano se convierte en almacenes e improvisados refugios para los ciudadanos durante los bombardeos aéreos. En los años 60, el número de viajeros empieza a incrementarse de manera considerable, así que el Metropolitano decide ampliar a seis (antes eran cuatro) el número de vagones de los trenes. Las estaciones de entonces contaban con una distancia de 60 metros. Al aumentar el tamaño de los trenes, las mismas fueron ampliadas a 90 metros.
En esta línea 1, la imposibilidad arquitectónica de aumentar el tamaño de la estación de Chamberí, junto con su forma curva y su cercanía a las estaciones aledañas de Bilbao e Iglesia, condujeron a la estación al más silenciado ostracismo.
El 22 de mayo de 1966, el Ministerio de Obras Públicas decide clausurarla.
La Estación
Antonio Palacios (arquitecto gallego famoso por sus obras arquitectónicas de la época como el Palacio de Telecomunicaciones o El Círculo de Bellas Artes), es el artífice de la belleza singular de esta estación de Chamberí. Para intentar evitar el posible temor del ciudadano de principio del siglo XX a circular por un transporte subterráneo, el arquitecto pontevedrés se las ingenió para crear un espacio con cierta “luminosidad”. Incorporó luz natural a través de un lucernario en el vestíbulo. Asimismo, optó por una solución funcional simple en cuanto organización y con unos acabados sencillos. La bóveda de la estación va recubierta completamente de azulejo blanco y azul.
Introduciéndonos en la historia
La visita a la estación es una auténtica experiencia que nos hace viajar al pasado de forma instantánea. Gracias al tapiado de la estación en los 60, su grado de conservación es realmente es espectacular. Aún no salvándose del vandalismo, el trabajo realizado para su restauración a partir del 31 de agosto del 2006, ha conseguido que la visita te introduzca casi en el primer cuarto del siglo XX.
Compañía Metropolitano Alfonso XIII, así es como varios carteles en la zona de la taquilla nos da la bienvenida. Es como si el tiempo se hubiera detenido para nosotros. Bajamos al anden, lo primero que nos llama poderosamente la atención es la publicidad alojada en los lugares ubicados para ello. Esta publicidad lleva allí desde los años 20 y está dibujada igualmente sobre azulejo. El grado de conservación es espectacular.
El andén ha sido ligeramente rebajado, para facilitar el paso de los trenes que, a toda velocidad, no paran de pasar en los dos sentidos, dejándonos una extraña sensación cada vez que pasan: como si nosotros mismos perteneciéramos a ese pasado olvidado de la estación. Por las escaleras de acceso a los andenes, carteles con información sobre la primera línea de metro, estos más deteriorados, aunque como el resto, con un grado de conservación más que correcto. Una vez finalizada la visita, no nos vamos sin antes acceder a una pequeña sala donde se expone una proyección de la historia de la estación y su rehabilitación. Muy interesante.
La Visita
Para visitar la estación de Chamberí tan solo tienes que acceder desde la plaza de Chamberí a una especie de acceso tipo parking, llamado Andén 0. Una vez bajado las escaleras, se encuentra la recepción de las visitas. Puedes visitar la estación en cualquier momento, pero lo ideal es a las horas en punto donde la visita es guiada. La entrada es gratuita. El Andén 0 es un centro de interpretación del Metro de Madrid, compuesto por La Nave de Motores de Pacífico (obra realizada también por Antonio Palacios) y por la estación de Chamberí.
Para más información hay una página especial dentro de la web Metro de Madrid.
Os recordamos que la estación de Chamberí permanecerá cerrada por las obras de acondicionamiento de la línea 1, del 3 de julio al 12 de noviembre de 2016.