Mi primera experiencia en Marruecos. Destino: Marrakech

Prácticamente desde la primera vez que pisé Europa, más específicamente España, tenía ya el gusanillo de visitar Marruecos. Recuerdo perfectamente el día en que estaba en la estación de Mendez Álvaro con mi compañera de viaje y ver el precio de los billetes en autobús a Marruecos por 70 €. He de decir que para ese entonces, en 2003, cuando aún vivía en Venezuela, Marruecos era algo así como un país super exótico del cual, a mis 22, solo había tenido contacto a través de la novela brasilera El Clon. Sí, lo sé, lo admito, la referencia de la telenovela no es algo de lo que hoy me sienta muy orgullosa, ya me habría gustado saber más por otra vías, pero bueno, por algo hay que empezar.

El hecho es que al final terminamos en Lisboa, y el país africano pasó a ser parte de la lista de sitios pendientes por visitar. Doce años tuvieron que pasar para que encontrara la oportunidad de eliminar de mi lista de pendientes Marruecos, aunque ahora que lo conozco creo que me queda más pendiente que nunca. La experiencia ha sido inmejorable y quiero repetir, y repertir y repetir…

Visitar Marrakech: vuelos y alojamiento

Viajar a Marruecos desde España con líneas low-cost resulta más que conveniente. Visitar Marrakech puede salir por tan solo 10 € la ida (casi como una entrada al cine). El precio de los alojamientos, por su parte, pueden oscilar entre los 7 €, en una habitación compartida, hasta los 2.000 € en una lujosa suite del legendario hotel La Mamounia. En mi caso, decidí alojarme en el Riad Amra por tan solo 25 €. Muy buena relación calidad/precio.

¿Es seguro para una mujer viajar sola a Marruecos?

La respuesta es simple: sí, sí y sí.

Antes de marcharme a Marrakech fueron innumerables las voces que me advirtieron sobre lo poco acertada que era la idea de irme sola a un país como Marruecos. El tema árabe y musulmán, además del continente africano en sí mismo, suele crear bastante desconfianza y excesiva sobreprotección cuando se habla de seguridad, y más aún si se trata de mujeres solas. Afortunadamente, no tuve a nadie que me pudiera acompañar, ni siquiera mi inseparable compañero de vida y de viajes: Antonio, porque de este modo pude experimentar todo tipo de sensaciones sin perderme de nada. Por el contrario, tuve la oportunidad de vivir la experiencia de moverme sola en este ciudad del centro-sur de Marruecos y puedo decir con absoluta convicción que es una ciudad segura. De hecho, cuentan con una policía que se encarga exclusivamente de la protección del turista.



Una noche, volviendo de tomar el té con una pareja catalana que conocí cenando en la Plaza Jemaa el Fna, me perdí en la medina y no sabía exactamente cómo volver a mi Riad. Para quienes aún no hayan vivido la experiencia de internarse en una medina, les adelanto que es algo así como un laberinto que muchas veces puede tornarse sin salida, especialmente en las noches cuando todo está cerrado y no hay puntos de referencia a la vista. Solo había algunos hombres por aquí y por allá, algunos con ganas de acercarse para “ayudarme” a llegar a mi hotel, pero yo traté de mantener el tipo con cara de sé exactamente donde me estoy metiendo y no necesito ayuda y seguí hacia adelante con dirección a ninguna parte.

De pronto empecé a adentrarme en una calle oscura con gente con cara menos amigable y decidí que era mejor preguntar en la única tienda del zoco que quedaba abierta. Solo uno de los chicos sabía más o menos dónde quedaba mi Riad y cuando pensé que ya me había salvado, me dijo que no me podía llevar. Incrédula y casi al borde de la desesperación le pregunté que por qué no y me dijo que tenían prohibido hablar con turistas y mucho menos acompañarlos. La policía trata de controlar muy bien esto en pro de evitar la delincuencia a través de los engaños que puedan surgir entre el local y el visitante. Solo si son guías o si tienen una autorización emitida previamente por la policía en caso de que reciban a alguien de fuera en sus casas puede existir este contacto. En lo personal me parece bastante excesiva la medida, aunque debo decir también que no todos la cumplen. Sin embargo, justamente en el momento que menos lo necesitaba, encontré a los más respetuosos de la ley…Uff!!!

Después de mucho insistir, logré que uno de ellos me acompañara y vaya si lo hizo. Primero, me dio las pautas a seguir: si nos paraban no podía decir que lo conocía; en sitios con más gente me hacía caminar un poco más distante de él. Cuando por fin encontramos un taxi, se vino conmigo y no me dejó sola hasta que no estuvimos frente a la puerta del Riad. Y para colmo, y esto sí que es muuuy raro, no me quería aceptar el dinero.

Todo esto no quiere decir tampoco que Marruecos y, específicamente, Marrakech sean el país o la ciudad más seguras del mundo y que no te pueda ocurrir nada. Lo que quiere decir es que puedes viajar tranquilamente tomando las precauciones que tomarías en cualquier otra ciudad o país del mundo. Mi sugerencia para hombres y mujeres es estar tranquilos sin pasar por tontos. Trata de tener tus cosas controladas, evita poner cara de miedo, que el miedo solo atrae justo lo que estás temiendo, y no confundas el ser amable con la confianza excesiva, que ahí sí que te la pueden liar y te pueden meter gato por liebre.

Viajar por libre o viajar con agencia desde Marrakech

Normalmente solemos viajar por nuestra cuenta evitando cualquier tipo de agencia que pueda encarecer o alterar el ritmo con el que nos gusta viajar. Sin embargo, toda regla tiene su excepción, y en el caso de Marrakech resultó ser, incluso, toda una suerte. Haber encontrado Viajes Marrakech marcó el inicio de lo que sería un viaje mágico en todo sentido. Incluso desde antes de salir de casa. El contacto con Nuria desde España, ya iba dando señas claras de la calidez de la gente con la que me iba a encontrar.

Ya en Marrakech, una vez superada la cola de una hora para pasar por inmigración, salgo con prisas para encontrarme con una rubia, cuya mayor parte del cabello estaba envuelta por un turbante super chulo, y que me esperaba con una sonrisa enorme. El primer contacto fue establecido a través de un fuerte abrazo de bienvenida que me hizo sentir de alguna forma que estaba en casa.

Con Nuria pasé mi primer día en la medina. En nuestro paseo me iba explicando aspectos interesantes que me iban ilustrando cómo era la vida en esa ciudad por la que esta catalana dejó su tierra natal. Me llevó a comer el mejor tajín de cordero con ciruelas y almendras que he comido nunca y terminamos charlando en una terraza con un delicioso té de menta en mano con tal espontaneidad, que nadie habría pensado que hacía apenas dos horas que nos acabábamos de conocer.

Con la agencia de Nuria y Hamid, su esposo, tuve el privilegio de conocer las Cascadas de Ozoud, Essaouira y el Valle de Ourika y debo decir que valió con creces la pena. El staff con el que trabajan: chóferes y guías, son profesionales de primera. Ellos harán todo lo que esté dentro de sus posibilidades para que no te falte nada y para hacer de la excursión una experiencia inolvidable.

En cuento al costo, no creas que el contratar una agencia te va a salir exageradamente caro. Por el contrario, en muchos casos, puede llegar a salirte hasta más económico, sobre todo si viajas con varias personas. Eso sin contar el tiempo que perderías comprando el billete que, aunque pueda parecer el acto más simple del mundo, podría acarrearte más de un problema. A continuación, te dejo la experiencia de los amigos de nosvamos.es para que puedas establecer tú mismo tu propio juicio y valorar si realmente vale la pena o no escoger una agencia si decides viajar a Marruecos.

Por mi experiencia en cuanto a tiempo, dinero, calidad de servicio y la fortuna de haber conocido a mi nueva familia marrakechí, no dudaría ni un instante en volver a viajar con ellos.

Mil gracias ViajesMarrakech por estos cinco días inolvidables.

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