A tan solo 7 Km de la capital del Principado de Andorra, se encuentra la parroquia de Encamp, formada por seis pueblos, entre los que destaca Les Bons por su interesante conjunto histórico. De Encamp conoceremos su museo etnográfico Casa Cristo, y de Les Bons sus casas de paredes de piedra, las vistas del río, la Iglesia Sant Romà de les Bons y la Torre dels Moros.
Y ya que de arquitectura llamativa hablamos, no podemos dejar de lado el tan sumamente moderno y polémico edificio que alberga el Comú d’Emcamp. Construida en 1987, se yergue una estructura completamente diferente de todo lo que la rodea. Un intento de romper con todo la historia que desprende el Comú y que busca imponer, casi a la fuerza, una vanguardia que nadie ha pedido. Así es percibido por muchos de los vecinos del pueblo. Por otra parte, en el lado más estético y artístico de la construcción, destaca “su fachada de espejo gigante, en el que se refleja cualquier movimiento y que juega con la luz de los días y de las estaciones del año. Están representados, además de los tres colores de la bandera andorrana, el lila, color de la parroquia” . ¿Y a ti, qué te parece?
Pero antes de llegar al Comú, en una calle paralela a la Avenida de Joan Martí. te encontrarás con el Museo Etnográfico Casa Cristo, donde podrás conocer a través de una casa de la época, el lugar de residencia de una familia andorrana humilde del siglo XIX y principios del XX que se dedicaba a la agricultura. Junto al guía, Robert Lizarte, descubrirás las cuatro plantas que conforman la casa.
En la planta baja, verás el almacén de las herramientas del campo y la bodega. En la primera planta, encontrarás la cocina-comedor, con la chimenea presidiendo la sala. También hallarás dos habitaciones: la de la abuela y la del cabeza de familia. Robert nos comentaba durante la visita, sobre la importancia de las personas mayores en la cultura andorrana de entonces. Era la habitación de los abuelos la que poseía mayores comodidades: era la más cálida y la única que contenía un armario. En la segunda planta, se encuentra la sala grande, donde la vida cotidiana de aquellos tiempos parecía tomar vida y la habitación de las niñas. En la tercera y última planta, está el desván, destinado a los trastos y a secador de frutas.
Sus últimas propietarias decidieron irse a vivir a Francia en 1947 dejando la casa cerrada. No fue sino hasta 1995 cuando el Comú de Encamp procedió a su adquisición con todos los enseres y mobiliarios originales y posteriormente a su inauguración como museo etnográfico.
En lo alto del pueblo te encontrarás con la Iglesia Sant Romá de les Bons, un hermosísimo templo románico lombardo que aún conserva algunos de los murales originales que datan del siglo XII, mientras que otros fueron arrancados, malpagados y finalmente, llevados al Museo Nacional de Arte de Cataluña.
“De planta rectangular y ábside semicircular, conserva un campanario de españada de dos ojos que ocupa todo lo ancho del muro de poniente”. El altar es el original y los murales que lo recubren también. Por el contrario, los que se encuentran en el tambor del ábside son una reproducción de las románicas que hoy se exhiben en el museo.
Justo enfrente de la Iglesia se encuentra la Torre dels Moros, antigua torre militar cuya construcción se estima fue a finales del siglo XVI, ya que no hay registros de la fecha exacta. Su nombre no tiene que ver con la conquista musulmana sino que, antiguamente, cuando algo era muy antiguo y se desconocía su origen, se solía decir: “era de cuando los moros”. Se sabe, eso sí, que fue una torre habitada, cuyas aspilleras de defensa servían para disparar proyectiles. Hoy en día resulta el sitio perfecto para obtener una panorámica de 360º de Les Bons.
Así que en tu próxima visita a Andorra, date una escapada y conoce el lado el lado más medieval de estas tierras pirenaicas.
¡Qué bonita la Iglesia Sant Romá de les Bons! ¡Y tanto que es un viaje al pasado! Si es que Andorra tiene tantos sitios que ver… ¡Tendré que volver! =)
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Es súper bonita. Es como el tesorito de toda la Parroquia. Lamentablemente, la desvalijaron como suele pasar cuando los pueblos ignoran todo el patrimonio histórico-artístico que tienen en sus manos y venden sus bienes más preciados por dos duros. Afortunadamente, aún quedan vestigios de su pasado medieval ahí y en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Y para volver Andorra, no hacen falta excusas, aunque la visita a Encamp sería una muy buena. Andorra nunca decepciona. Definitivamente, hay que volver 🙂
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